Sistemas integrados para Lean Logistics

A raíz de la reducción generalizada de los tiempos operativos, las empresas apuntan, en forma indirecta, a minimizar los niveles de inventarios y, con ello, alcanzar una mayor eficiencia en sus procesos logísticos. En consecuencia, las órdenes de pedidos se hacen cada vez más frecuentes -aún en cantidades pequeñas- y las operaciones reflejan una continuidad casi absoluta. En ese marco, las herramientas tecnológicas permiten adecuar los procesos hacia las demandas de los clientes.

Hace no mucho tiempo, se pedía una semana como tiempo máximo para la reposición de los inventarios. Sin embargo, hoy en día, esos tiempos se van reduciendo, llegando en ocasiones hasta los dos días. De manera semejante, antes estaba bien comprar por camión completo.
Pero en la actualidad, a medida que van avanzando las estrategias Lean, cada vez más se desea tener menos inventarios y para ello, se colocan órdenes de pedidos más pequeñas aunque más frecuentes.
Para el caso de los fabricantes, esta forma de trabajar los impacta antes, durante y después de la producción. Pensar solamente en apoyarse en la tecnología es reducir la idea hacia un proceso menor: lo que hace realmente la diferencia es adecuar los procesos.
La tecnología y lo que se puede hacer con ella ofrece hoy muchas más posibilidades de lo que las empresas realmente pueden aprovechar.

Primeramente, estas herramientas se relacionan a los Transportation Management Systems (TMS), de los cuales, las versiones más modernas han crecido hasta transformarse en herramientas para vincular todos los eslabones de la Supply Chain, de tal forma que, si aún se están usando sistemas de hace diez años, muy probablemente sus capacidades sean mínimas y ya se los pueda considerar antiguos.
Estos sistemas migran desde aplicaciones diseñadas para servers hasta aplicaciones en base a Service Oriented Architecture (SOA). Con diferentes módulos y motores de aplicación, se pueden crear diversas interfases adaptadas a los clientes o los usuarios que tengan diferentes roles en la organización. También los otros integrantes de la Supply Chain pueden, desde afuera de la empresa, generar sus propios portales.
Con un TMS, por ejemplo, un representante de ventas puede, desde la oficina de un potencial cliente, ingresar al mismo vía Web y hacer en segundos una estimación del costo de un determinado servicio. Comparemos el avance que esto significa si se lo compara con el no tan viejo método de enviar un e-mail o efectuar una llamada a la empresa y esperar una respuesta para dársela, a su vez, al cliente que está aguardando.También un TMS puede beneficiar a los transportistas que, a través de los portales, pueden conocer los pedidos de trabajo y aceptar lo que más convenga a su situación del momento.

Visibilidad
Otro aspecto que preocupa a las empresas dadoras de carga es el seguimiento de los gastos en transporte. Hacer el seguimiento de los pedidos, conocer cuánto hay de existencia en inventarios y también hacer el seguimiento de los activos es sólo una parte de la información posible hoy. También se pueden cuantificar los costos por delivery y conocer las causas en sus variaciones.
Por ejemplo, en Estados Unidos, Ryder ha instalado en sus camiones una caja negra que tiene un GPS y que transmite información tal como la posición del vehículo, estado del motor, tiempos muertos, y hasta eventuales problemas con los frenos. A través de la información que se guarda de estos eventos, se puede acceder a las áreas de mayor interés, sea para la empresa o para los clientes durante las 24 horas.Con esta información también se puede administrar mejor la propia flota de camiones y compartirla, caso por caso, con los clientes.

Procesos Necesarios
Conocer o tener información sobre los envíos en tiempo real es importante, pero lo más jugoso es usar esa información de la forma más productiva posible. Hasta que uno no actúa sobre la información, no ha llegado aún a sacarle todo el valor posible.
El objetivo final es disminuir los inventarios tanto como sea posible. Con la tecnología se puede avisar que un envío estará llegando tarde una hora. La verdadera oportunidad está en que el shipper y el carrier puedan trabajar juntos con esa información para que los shippers sean más consistentes en su forma de trabajar y los carriers puedan manejar mejor sus períodos de demanda crítica.
Otro beneficio que se obtiene con la información on-line es cuando aparece a último momento un cliente nuevo, con lo que se hace primordial decidir rápidamente cuál es el camión disponible y más conveniente. En todo momento aparecen las excepciones: pedidos que se cancelan, fechas y horarios de entrega que se modifican, nuevos sitios o cargas donde ir a levantar un envío, de tal forma que se puede, dinámicamente, estar gerenciando los cambios todo el día.
Por tanto, esos cambios tienen menos que ver con la tecnología que con los procesos. Así, si aparece un nuevo cliente de último momento, lo importante es saber qué información se requiere para ingresarlo en el proceso y luego optimizar las decisiones.La lógica entonces será: determinar qué tipo de visibilidad se requiere, cuáles son los pasos del proceso y, finalmente, decidir qué tipo de tecnología será la más adecuada.

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